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ARNALDO DIAZ JIMENEZ

EL PREMIO SANTAMAREARE 2012

EL PREMIO SANTAMAREARE 2012

Desde el  miércoles 21 de noviembre de 2012 tuvo lugar en la ciudad de Caibarién el festival del audiovisual convocado por la UNEAC en Villa Clara, “Santamareare 2012”. En este evento fueron evaluadas 91 obras de la programación de radio y televisión, espacios culturales, de promoción, documentales y  ficción, participaron  realizadores de varias provincias de Cuba, desde Santiago de Cuba hasta Matanzas

El "Santamareare" inspirado su nombre en un caracol endémico de la impresionante cayeria norte de nuestra provincia ha llegado a ser  desde sus primeras ediciones a fines de  la década del 80 del pasado siglo hasta la actualidad en ese espacio necesario para que los creadores de gran parte de Cuba puedan confrontar sus obras y analizar las peculiares características de los procesos de realización de audiovisuales en el interior del país.

Aquella idea del desaparecido amigo Luis Agesta de intercambiar experiencias y competir en un espacio común ha prevalecido y se ha fortalecido en la ciudad de Caibarién que  ya cuenta con su propia sede de la UNEAC

 En algún momento me tocó junto a otros compañeros organizar el "Santamareare" mientras coordinaba el trabajo de la Asociación de Cine y TV de la UNEAC en la provincia. Como todo evento cultural es una labor complicada  que solo resulta exitosa cuando se cuenta con el apoyo de todos y se llevan a la mesa asuntos bien candentes y de interés común.

En el "caracol" de Villa Clara del 2012 no fue diferente, los presentes pudieron conocer de primera mano al periodista santiaguero Reinaldo Cedeño, quien de forma anecdótica presentó su libro “A capa y espada: la aventura de la pantalla”, que recoge buena parte de la historia de la Televisión y el cine en Santiago de Cuba y se debatió acerca de la política musical y su  camino de aciertos y  desaciertos  en la Radio y la necesidad de la utilización de la música desde una perspectiva cualitativa

Este año los organizadores del evento decidieron otorgarme el premio de Televisión por la obra de la vida que de alguna manera recoge ese  camino que inicié a finales de la década del 70 en la emisora CMHW y que me llevó con el tiempo hacia Telecubanacán. No pude asistir por estar de reposo tras una cirugía pero me mantuve al tanto y espero volver a estar allí en la edición del próximo año.

 Agradezco públicamente la deferencia de la UNEAC de Villa Clara ya que "apenas" tengo 48 años y queda un largo camino por recorrer, quisiera dedicar el premio por el trabajo de la vida a los que han trabajado y  compartiendo la aventura de realizar Cine, Video, Televisión, publicidad  y multimedia  estos años, todos ellos tienen su lugar dentro de este premio, especialmente a mi esposa quien ha sido vital en muchos de los proyectos por mi emprendidos

 

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