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ARNALDO DIAZ JIMENEZ

LA HORA DE LOS RIOS

LA HORA DE LOS RIOS

El grado de desarrollo de una  nación se mide por la capacidad de generar bienestar y protección a los grupos  vulnerables de la sociedad incluyendo el respeto a otras formas de vida

Otros indicadores incluyen la protección  de sus paisajes, ríos y mares.

La manera que coexisten las ciudades con sus  arterias naturales de agua dulce y con la vegetación que crece a sus orillas nos dice cuanto falta por hacer en materia de protección ambiental

Veamos que ocurre en mi ciudad

La ciudad de Santa Clara en el centro de Cuba donde vivo fue fundada entre dos ríos en el año 1689

Es una ciudad limpia, ordenada, con bellos accesos desde cualquier punto del país donde se trabaja por preservar el patrimonio histórico y cultural

Hace poco se hicieron inversiones para que su salida hacia el oeste por la Carretera Central quedara bella y su centro histórico se conserva a pesar de carecer la municipalidad de recursos imprescindibles para mejorar, recuperar y sostener lo que existe

Pero no es recomendable mirar el horror de sus ríos

Estas arterias alimentaron su agricultura y ganadería entre la que se destacaron  las plantaciones de trigo en el siglo XIX  

Las harinas de la ciudad constituyeron fuente apreciable de riqueza y negocios, comerciadas a las 13 colonias de América y a España

Este desarrollo se tradujo en nuevas urbanizaciones, industrias y negocios que fueron  llenando los ríos de desperdicios

Se permitió  edificar en esa cota donde todo lo que se genera en desechos solo puede llegar por gravedad al rió

Estos se convirtieron en  receptores de aguas cloacales o servidas, residuos de industrias, cementerios de animales muertos, depósitos de cauchos, chatarra y escombros

En este proceso se perdió lastimosamente el bosque de galería que es  ese conjunto de vegetación que florece a lo largo de sus márgenes

Una reciente investigación de expertos  llegó a la conclusión que de todos los árboles de los ríos de Santa Clara las especies típicas de ese bosque representan menos del 25 % del total

Los ríos de mi ciudad necesitan recibir   esfuerzos, para que puedan recuperar sus valores paisajísticos y ecológicos

 Son pocas las posibilidades de los ríos  en regenerase o diluir con su caudal natural algunas de las sustancias que reciben, si las comunidades que bendice con su curso no juegan su papel defendiendo cada tramo de su cause

Por allí andan las nuevas ideas, cabalgando más sobre el deseo que sobre los recursos

Hay planes para asumir los tramos más  críticos y luego solucionar otros focos de contaminación

Según expertos de la ONU  se avecina una crisis planetaria en el tema agua y tendrán mejor fortuna aquellos países que logren resolver el tema de la preservación de sus ríos y la conservación de la calidad de sus aguas

Parece que a  nuestros ríos les llegó la hora, momento en que nada puede posponerse o dilatarse

Esperamos que así sea

 

 

 

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