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ARNALDO DIAZ JIMENEZ

LA DEBACLE DE LA TRUCHA

LA DEBACLE DE LA TRUCHA

Hace algunos años el Ministerio de Turismo me contrató para realizar un publicitario acerca del Hotel Hanabanilla con el propósito de exponer  al turismo internacional las maravillas de la instalación,  bendecida  por paradisíacas vistas hacia la montaña, el penacho de nubes que siempre parece  al alcance de las manos  y  el lago de igual nombre de frías y cristalinas aguas

El Hanabanilla tiene gratos encantos, sobre  todo si el nivel de la presa posibilita  bojear  la orilla y remontar el curso del Río Negro

Desde el agua y sin apuro se puede tomar la cámara para retratar la vida de jutias y aves que alejados de la depredación humana siguen sus ciclos naturales

Una de las opcionales que hizo famoso el Hotel Hanabanilla fue  la pesca de la trucha

Bien proporcionados ejemplares en peso y resistencia a la vara constituyeron los mejores registros de algunos fanáticos a esa modalidad de pesca e hicieron famoso el lugar

La instalación conserva fotos de musculosas truchas extraídas de sus aguas que constituyeron records oficiales para el país

Dentro de la mecánica del publicitario se encontraba seguir un grupo de pescadores de la  trucha por las aguas del lago y relatar  emociones y aventuras detrás del pez

Luego de dos intentos aquello no resultó y tuvimos que acompañar a los frustrados pescadores con toda su parafernalia de lanchas fuera de borda e infraestructura de artes de pesca rumbo a la presa el Granizo, distante varios kilómetros del Hotel y con un entorno menos carismático  en busca de mejor suerte

Las truchas del  Hanabanilla no pasaban de una libra y se encontraban enflaquecidas y débiles

Al regresar a casa incluí la palabra “trucha” junto con un círculo de interrogación a un recipiente  de mi mesa de trabajo y que la familia conoce con el nombre de “la calderita”

Allí  cocino muchas  interrogantes que me hago  del mundo en que vivo

Las investigaciones que realicé posteriormente al cocinar el tema de  la trucha famélica del Hanabanilla dentro de la calderita resultaron muy interesantes

 

(Continuará)

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