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ARNALDO DIAZ JIMENEZ

EL COLAPSO DE LA RANA TORO

EL COLAPSO DE LA RANA TORO

Nunca me he podido explicar porque las mujeres temen a las ranas.

De poco me vale explicar a mi esposa que ellas acaban con las plagas de insectos y son incapaces de hacer  daño para que las deje vivir tranquilas en un rincón del patio de la casa

Las cubanas no quieren tratos con las ranas.

Para las ellas pesa más la apariencia grotesca, la temperatura corporal baja, los ojos saltones y la textura gomosa de la piel

La fauna de Anfibios de Cuba cuenta con aproximadamente 64 especies vulnerables en estos momentos a la epidemia provocada por un  hongo favorecido por el calentamiento del clima y los cambios al ecosistema generados por el hombre

Hoy hablaremos de la conocida Rana Toro con una historia de múltiples introducciones en Cuba

En Villa Clara  han dejado de “pescar” comercialmente la rana toro.

La brigada  organizada por parte de la Empresa de Acuicultura para capturar la especie  ha sido oficialmente disuelta.

No obedece a una normativa ambiental, la presión de los ecologistas o algún trabajo periodístico

Nada de eso.

El sitio de la “pesca” de rana toro se encontraba en los grandes arrozales de la vecina provincia de Sancti Spiritus donde una nueva especie conquistó el ecosistema

Son las clarias, que han sido capaces de depredar a la rana toro en casi todos sus estadios de vida

“No han quedado ni para hacer el cuento” – Me confesó un experto.

Vuelvo a pensar en las cifras de pesca  de rana toro de Villa Clara que oscilaba  en cerca de 40 toneladas de batracios a procesar en el año, para obtener de ahí unas 12 o 15 toneladas de carne limpia, al actual  y escalofriante 0

Pienso en  esas otras toneladas de ranas que nunca se han  podido contabilizar por no estar incluidas dentro de  planes comerciales y forman parte de esas 64, toda una biodiversidad en peligro  que  han corrido la misma suerte que la rana toro, en ríos, arroyos y presas ahora colonizados por las clarias

Pienso en la licencia ambiental  que tan poco  se obedeció –que para el caso de las clarias- no permitía que los animales pudieran reproducirse en caso de salir de sus estanques

Nunca me he podido explicar el miedo de las mujeres a las ranas, creo que me moriré el día que me toque sin entender que nos han hecho esos animales para que les hagamos tanto daño

 

 

 

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