EL POTRERO DE DON PIO
De pequeño escuché las historias que mi abuelo contaba acerca de un mítico lugar donde el desorden imperaba y que este identificaba como el potrero de Don Pio. Desgraciadamente mi abuelo se marchó pronto y la vida no me permitió disfrutar de sus fabulosas historias campestres y quedé con hambre de conocer acerca de las extravagancias de Don Pio y su desordenada manera de comportarse y vivir
En la vida profesional más de un hecho me ha hecho recordar las historias de mi abuelo y he visto algún que otro potrero bien desorganizado que he intentado con más o menos suerte que tome un mejor camino.
El último de estos potreros lo he venido recorriendo en las últimas semanas y tiene que ver con el tema de las especies vegetales de mi provincia. Hace algún tiempo reporté los esfuerzos para realizar acciones de restauración ecológica en Cayo Fragoso al norte de Villa Clara. Allí un grupo de entusiastas con mas deseos y buena voluntad que recursos fueron eliminando plantas invasoras como el pino y el marabú que proliferaron en el lugar y plantaron especies tradicionales para recuperar los valores perdidos de su biodiversidad.
No muy lejos de allí el desarrollo hotelero en la cayeria norte de Villa Clara hace todo lo contrario. Miles de plantas de jardinería tradicional, algunas de ellas ni siquiera plantas autóctonas de Cuba son llevadas desde tierra adentro y trasplantadas en el lugar obviando los estudios de expertos del Jardín Botánico de la Universidad Central de Las Villas que determinaron dentro de la rica flora del lugar cuales tienen potencialidades para adornar las instalaciones turísticas basándose en aspectos como rapidez de crecimiento, belleza y resistencia a condiciones de temperatura y salinidad elevadas
Al final aquellas plantas originan gastos por las necesidades de recambio, riego y fertilizantes que precisan y dentro de la tierra que es necesario transportar hacia el lugar viajan simientes de plantas invasoras con la potencialidad de dañar este frágil ecosistema
Nunca he podido conocer a quien responsabilizar de tal barbaridad, los expertos de la Empresa de Servicios Comunales de Villa Clara tuvieron que engavetar un proyecto que hubiera creado varios puestos de trabajo y que suministraría todas las plantas que demandaría el desarrollo turístico con especies locales luego que fue decidida la compra de plantas de la jardinería tradicional
En tierra adentro aparecen otros potreros de Don Pio en el tema. Hace unas semanas visite el jardín de la Empresa de Servicios Comunales ubicado al este de la ciudad de Santa Clara y me explicaron las dificultades que han tenido con la jardinería del reparto José Martí de Santa Clara. Las plantas que llevan para allí se secan constantemente y preparaban una resiembra masiva con la llegada de las aguas primaverales. Desgraciadamente nadie nunca explico a los expertos de Servicios Comunales que el área donde hoy crece este bello reparto de la ciudad se encuentra conformado por suelos de serpentina que dan origen al ecosistema de cuabal con especies de plantas de impactante belleza y colorido como para hacer este un lugar a visitar solo por la naturaleza única de la zona. Lo que se trasplante para allí no tiene muchas posibilidades de prosperar por las características del suelo rico en metales pesados y magnesio
Al menos en la Dirección de Comunales tienen conciencia de la dificultad pero precisan de asesoramiento de expertos en el manejo de este ecosistema para identificar especies, obtener semillas y crear viveros especializados para esta área de la ciudad
Por lo pronto tienen listos para sembrar cientos de bolsas con crotos y otras plantas que seguramente estarán secas dentro de algunos meses. El fantasma de Don Pio y su mítica y desorganizada hacienda parecen regresar al presente pero espero que al menos en mi ciudad el asunto se resuelva
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