DON MCLEAN Y LOS PATOS

Miles de patos cumpliendo la ruta de sus impresionantes viajes migratorios aterrizan en los humedales al sur de la provincia de Sancti Spíritus en el centro de Cuba cada año
El lugar para estos animales es una especie de paraíso
Allí ganan peso, descansan y cuando se sienten listos remontan el vuelo
Estos humedales limitan con las áreas sembradas de arroz del Sur del Jíbaro
La vida para los humanos no resulta fácil allí, lo habitual fueron plagas de moscas, mosquitos, jejenes y los caminos prácticamente intransitables por el barro y el agua
Todo ello ofrece una recompensa visual para los que protegidos contra tanta naturaleza, tengan tiempo y deseos de admirarla
Allí fui a parar un día
Un contrato firmado entre el Ministerio de Turismo y mi trabajo me llevó a filmar un publicitario a estos pantanos
Un determinado sector de la zona fue escogido para saciar la sed de caza del mundo turístico
Aquello me llevó a utilizar ropa de camuflaje y montarme en esos impresionantes jeeps que nos llevaron sin fallar por medio del agua y el fango hasta encontrarnos con los patos
Aprendí sobre los señuelos y los altavoces de alta fidelidad que se enmascaran dentro de la vegetación para facilitar la caza del animal
Los equipos emiten sonidos que recrean una atmósfera de normalidad para acercar alguna bandada o ave solitaria al alcance de tiro
Los cazadores que acompañé eran personas abiertas y divertidas y no tardamos en compartir preferencias musicales en el largo y difícil camino hacia y desde los cotos de caza
Escuchamos a The Eagles, Flewoodmac y Don McLean
Enamorado del audio de los altavoces, en la despedida les convencí cambiar el disco con el murmullo de los patos y reproducir para todo el pantano y a volumen atronador una canción de Don Mclean
Inicialmente votamos por “American Pie”, la balada de 1971 inspirada en lo sucedido a Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Booper
Finalmente algo falló en la programación del equipo y por las bocinas se escucharon los acordes de Vincent
Según McLean, el mundo no estaba preparado comprender el gran pintor de girasoles
Por lo que viví aquellos días, creo que falta mucho para acabar de decir adiós a las armas que apuntan por placer a la naturaleza
0 comentarios